Pulso familiar

Como siempre, de vez en cuando no hace mal escribir un pulso familiar para saber cómo va la salud mental-literaria de la familia arrinconada en nuestro blog de Rincón familiar y los que no lo están también. Eso me parece bien, que se transmita algo a través de esta bitácora virtual. Pues bien aquí va:

Raúl Lorenzo/ Mi primo oriental adosado (o bien mi prima detrás de su firma) al parecer se han activado y por lo menos ya escriben comentarios. No son entradas, pero algo es algo. Un comentario, en su forma, contenido y procedimiento, es casi lo mismo que una entrada sin aditamentos. Por eso pienso que en un futuro no muy lejano (un mes cuanto más) mis primos en Texas estén escribiendo entradas de abundantes textos. Y en menos de medio año, ya le puedan añadir álbumes, videos o cosas así. Parece que con la mudada, y el RD3 en la mano, hay más condiciones y tiempo para escribir. Espero que este pulso familiar no se haya equivocado y de pronto mi prima desaparezca como por arte de magia no sepamos más de ellos por tiempo ilimitado.

Reyna/ Otro caso difícil de teorizar, pero al que también se le puede coger a veces el pulso. Yo pensé que allá en México había caído nieve también y que mi prima había perdido las conexiones, que se habían congelado. Pero no, acabo de leer una entrada de felicitaciones en RF por mi medio siglo. Me alegré mucho y me sorprendió verdaderamente. Después hice mis pesquisas y vi que exactamente, sólo podía ser ella, pues ha hecho la entrada con su mail de RF (reyna@rinco-familiar.com) y no con la dirección de Camagüebax (reyna@camaguebax.com). Esto lo logra solamente ella. Se olvida que la dirección electrónica de RF dejará de funcionar dentro de poco. Ya sé que armará tremenda bronca, pero no lo podré evitar. Acabo de hacer la comprobación por 900 vez y veo que la de la cuenta de Camagüebax funciona con las mismas señas de RF. Vivir para ver.

Raúl/ El cincuentón del rincón, vuestro primo, está atravesando un resfriado más parecido a gripe que otra cosa. Me empezó el día 11 por la mañana y fue en crecimiento vertiginoso por horas, abarcando los ojos, los oídos, la garganta; no ya la nariz que supuró desde un principio y lleva la delantera. Tenía visita en casa y no podía acostarme, así que seguí en la pachanga, comí y bebí como el más sano el día de mis cumpleaños. Pasé trabajo para apagar las 50 velitas que me pusieron en el key, algo que vi como un acto terrorista; algo así como comprobar las últimas expiraciones de los pulmones. El lunes tuve que llevar la gente al airport e iba manejando y destornudando constantemente. Afuera el frío es inmenso y eso me tiene peor. Hoy miércoles me he levantado algo mejor, pero la moquera y el atolondramiento siguen. No obstante, sé que para mañana estaré saludable porque es el día en que empiezo a trabajar.

Muy a gusto seguiría como buen doctor tomando los pulsos a otros familiares, pero ya veo que somos muy pocos miembros, estos tres te acabo de diagnosticar. Pero algo es algo. Entonces no se descuiden y sigan dándole vida a este paciente para que el blog se mantenga y así las comunicaciones entre nosotros. No importa que las entradas se limiten a saludos esporádicos o a comentarios, lo importante es mantener el corazón latiendo y así yo podría coger el pulso de vez en cuando.