domingo, 26 de diciembre de 2010

76 años de pura felicidad

Así me imagino tu vida hasta aquí, siempre fuiste alegre y jaranero. Tus sobrinos te recordamos como el buen tío que siempre los sobrinos se desean. Ahora veo que has enfilado los 80 años y que te empecinas en llegar a la cima. Creo que tienes todas las condiciones para lograrlo. Espero que hayas heredado el genoma de la longevidad de Abuela María. El carácter lo tienes de ella ya. No obstante te deseo mucha salud.

Bueno mi tío querido, hoy te deseo un día especial, que lo pases en grande con mi querida tía Gallega y tus hijos y nietos en Cuba. Me enteré que pronto estarás en México. Entonces tendremos la oportunidad de hablar unas palabras por teléfono. Tienes un atraso de publicaciones por editar en RF. Así que no pienses que te librarás de tus deberes familiares. Por el momento disfruta bien tus cumples y prepárate para la temporada de periodista en RF. Tu sobrino que te quiere mucho

3 comentarios:

  1. Compartir Paz interior no significa, estar en un lugar sin ruidos sin problemas, sin trabajar duro o sin dolor.

    Paz significa que a pesar de estar en medio de estas cosas permanezcamos calmados en nuestra vida y que nuestro corazón pueda sentirse seguro a traves de los anos .

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  2. Mi primo aqui te mando una reflexion, espero la disfrutes despues de estos dias de navidad donde todos festejamos con fiestas y regalos......

    “No visualices en tu mente un trono en el cielo sintiendo que todo esta Allá lejos. Dios ha puesto su trono en nuestro corazón y nosotros somos el templo del Espíritu Santo. Cuando él libera su poder no es desde el cielo sino desde su trono, desde nuestro corazón” Dutch Sheets.

    Un ministro estaba dando un recorrido por la Iglesia al mediodía… al pasar por el altar decidió quedarse cerca para ver quién había venido a orar. En ese momento se abrió la puerta, el ministro frunció el entrecejo al ver a un hombre acercándose por el pasillo; el hombre estaba sin afeitarse desde hace varios días, vestía una camisa rasgada, tenía el abrigo gastado cuyos bordes se habían comenzado a descoser. El hombre se arrodilló, inclinó la cabeza, luego se levantó y se fue. Durante los siguientes días el mismo hombre, siempre al mediodía, estaba en la iglesia cargando una maleta… se arrodillaba brevemente y luego volvía a salir.

    El ministro, un poco temeroso, empezó a sospechar que se tratase de un ladrón, por lo que un día se puso en la puerta de la Iglesia y cuando el hombre se disponía a salir le preguntó: “¿Qué haces aquí?” El hombre dijo que trabajaba cerca y tenía media hora libre para el almuerzo y aprovechaba ese momento para orar. “Sólo me quedo unos instantes, sabe, porque la fábrica queda un poco lejos, así que sólo me arrodillo y digo: Señor, solo vine nuevamente para contarte cuán feliz me haces cuando me liberas de mis pecados… no sé orar muy bien, pero pienso en Ti todos los días… así que, Jesús, este es Jim reportándose”. El Pastor, sintiéndose un tonto, le dijo a Jim que estaba bien y que era bienvenido a la iglesia cuando quisiera. El pastor se arrodilló ante el altar, sintió derretirse su corazón con el gran calor del amor y encontró a Jesús. Mientras lágrimas corrían por sus mejillas, en su corazón repetía la plegaria de Jim:
    “Sólo vine para decirte, Señor, cuán feliz fui desde que te encontré a través de mis semejantes y me liberaste de mis pecados… No sé muy orar bien, pero pienso en Ti todos los días… Así que, Jesús, soy yo reportándome”.

    Cierto día el pastor notó que el viejo Jim no había venido. Los días siguieron pasando sin que Jim volviese para orar. Continuaba ausente, por lo que el Pastor comenzó a preocuparse, hasta que un día fue a la fábrica a preguntar por él; allí le dijeron que estaba enfermo, que pese a que los médicos estaban muy preocupados por su estado, todavía creían que tenía una oportunidad de sobrevivir. La semana que Jim estuvo en el hospital trajo muchos cambios, él sonreía todo el tiempo y su alegría era contagiosa. La Enfermera Jefe no podía entender por qué Jim estaba tan feliz, ya que nunca había recibido ni flores, ni tarjetas, ni visitas. El pastor se acercó al lecho de Jim con la enfermera y esta le dijo, mientras Jim escuchaba:
    “Ningún amigo ha venido a visitarlo, no tiene a donde recurrir”.
    Sorprendido, el viejo Jim dijo con una sonrisa: La enfermera está equivocada… pero ella no puede saber que todos los días, desde que
    llegue aquí, a mediodía, un querido amigo mío viene, se sienta aquí en la cama, me agarra de las manos, se inclina sobre mí y me dice: “Sólo vine para decirte, Jim, cuán feliz fui desde que encontré tu amistad y te liberé de tus pecados. Siempre me gustó oír tus plegarias, pienso en ti cada día…Así que, Jim, este es Jesús reportándose”.

    Como hijos del Señor es tiempo de un en la vida devocional para cada día decirle a Jesús: “Aquí estoy reportándome…” porque así como Jim fue llevado a la transición más grande, hacía la eternidad, nosotros no podremos ver una transición nacer fuera del altar.

    Hay cosas que no hacen Diferencia…Hay cosas que si hacen diferencia…Hay cosas que hacen la Gran Diferencia y hay cosas que hacen la gran Diferencia a pesar de nuestra indiferencia.
    La Oración es aquello que hace la gran diferencia a pesar de nuestra Indiferencia.

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  3. Tengo muchos recuerdos lindo de mi tio Gilberto su carinos, juegos y sus trajines conmigo cuando necesitaba que me llevara en el motor a algun lugar, nunca recuerdo una mala contesta ni un mal genio de mi tio al contrario siempre jugando, pero si tengo que reclamarle que se tomaba la leche escondido de Galleguita y me hechaba la culpa a mi aunque Galleguita siempre lo conocia jajajajaja fue lindo mi tio el tiempo que he pasado contigo y espero que sigas cumpliendo mucho mas te quiero mucho...gracias por ti y por Galleguita le doy a Dios, les amo Gladicita besos

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