La noche se había hecho muy larga, entre copas de vino, coñacs y mucha risa a lo cubano. Nos fuimos a la cama pasada la medianoche, no sin antes poder activarle a Lilo la cuenta en Camagüebax.
Para mí siempre ha sido muy difícil conciliar el sueño cada vez que me voy a la cama después de las 11 de la noche. Así que para que contar, eran las 3 de la madrugada y todavía yo escudriñaba la oscuridad de la habitación como un cocuyo en territorio nuevo. Al filo de las 4 de la mañana y cuando ya mis músculos se relajaban para pasar al sueño semiprofundo, sentimos Romy y yo un gallo gigante, un patiazul catalán, que gritaba ya que aquí los gallos no hacen el kirikikí decentemente como en Cuba, sino que gritan o vocean como animales estraterréstricos. Nos despertamos muy asustados y Romy empezó a sentir mucho frío de tembladera. Le busqué la frazada y se pudo calmar. Dejó de templar y ahora era yo también quien la acurrucaba en mis brazos. Nos volvimos a dormir.
A las 8 de la mañana comenzó el ajetreo. Ya Toni y Zaide se habían marchado bien tempranito para el polideportivo. Toni tenía un juego de baloncesto en la liga de la federación catalana a las 9 de la mañana. Así que desayunamos casi que parados y nos apresuramos hacia el lugar de la actividad, a cuatro cuadras de la casa. El niño se alegró, nosotros le servimos de apoyo moral a su equipo, ganando el partido al final por marcador de 89 por 52 puntos. Ellos ocupan el primer lugar de la liga. Toni ya mide casi dos metros y es un gigante y la esperanza o nuevo ingreso en el Real Madrid. Sus padres están contentos, pues no tendrán que trabajar más como esclavos en un futuro. Toni será un jugador rentado en un futuro no lejano.
A la salida del polideportivo Lilo se fue a cargar su sistema circulatorio, por sus venas corre más alcohol que sangre. Es tremendo cervecero y los españoles le pisan el talón. Aquí podrán verlo en las fotos a la salida. Llegamos a casa, nos cambiamos y salimos directo a Montjuic, a ver el castillo, el estadio olímpico, las fuentes, las torres, entre ellas la de Caladraba. Nos sentimos muy impresionados con todos los lugares, muy bonitos, bien presentado, naturales y con vistas muy hermosas desde el mirador de la cima de la montaña. Lilo, Manoli y Toni no nos perdían pie ni pisada, nos daba mucha pena porque todos nos miraban pensando que nosotros éramos unos árabes ricos que habíamos venido a España a disfrutar nuestras riquezas. Raúl sobre todo como siempre, muy fotogénico, ha quedado de puta madre en todas las fotos, tanto que los espectadores pueden sentir cierta envidia al ver las fotos. No importa, el seguirá tan sencillo y agradable como siempre.
A la 1:30 p. m. nos fuimos, hambrientos y cansados, a un restaurante andaluz cerca de casa. Allí comimos opíparamente, la comida estuvo genial, mejor dicho estupenda en todos sus aspecto, con varios menús, tapas, panecillos, cervezas, platos fuertes, postres. Joder, nos sentimos a nuestras anchas. Hasta hubo su cafecito y todo. Salimos con el vientre hinchado y Romy alabando la gastronomía andaluz; mientras Raúl aprovechaba para expeler gases. Hay cosas que no tolera, por ejemplo la lactosa. Lilo me reprochaba que le hubiera manchado de grasa la camisa nueva. Resulta que no soy diestro comiendo con cubiertos. En vez de tronchar la carne, lo que hago es halarla hasta que se estira extremadamente y soltándose para darle a cualquiera de los comensales un bisteczaso en la cara. Era para reírse y llorar, pero más de lo último.
Ya acabamos de llegar a casa; digo si es que a este cucurucho se le puede llamar casa, pues hay que entrar de lado y con la cara mirando al frente. Tiene un pasillo ancho y espaciado. No obstante, aquí reina la armonía y la felicidad. Ya entiendo por qué Manoli hace tantos ejercicios, tiene miedo que las paredes lo compriman y quiere sujetarlas o apuntalarse para el día en que se les tiren encima.
Hoy en la tarde iremos a ver a sus padres. Estamos muy contentos pues llevamos muchos años sin vernos desde que ellos se mudaran en los años 80tas. para La Habana. También queremos ver a Belkis y a Juani. En el álbum hay demasiadas fotos y todavía pondremos más. Manoli me dará las fotos de su chip. Así que los cansaré viendo fotos. No se la pierdan. Cuando vean las fotos en el polideportivo, verán que nuestro ídolo, Toni González Rafa, porta el número 14, aunque es fácil de divisar porque su cabeza rosa con el techo de la nave. Ya me lo dirán.
Continuará…
No hay comentarios:
Publicar un comentario