Estos gallotes catalanes

Me refiero a los gallos gigantes que viven en el solar del frente. No los he visto porque parece que salen a vociferar por las noches. Pero ya me contó Mano que son de patas grandísimas como de futbolistas, patas azules. Son tan grandes que casi se pueden montar como a un poni y tienen una cresta tan grande como la cabeza, como si llevaran una boina del ejército, boina roja.

Pues bien, ahora diré algo que les oigo vociferar cada noche al irme a la cama. Lo hacen a las 12 de la noche y por la madrugada, entre las 4 y las 5 de la mañana: me parece que gritan “Raúl”. Pego la oreja al balcón y oigo mi nombre. No lo he comentado en casa porque sé muy bien que nadie me creerá. Sépase que esta última noche me fui a la cama sin un trago de alcohol. ¿Qué habrá detrás de todo este misterio de los gallotes patiazul? No sé y tendré que salir como la Miss Marple de Agatha Christi a desentrañar el misterio. A veces pienso que son gallos manipulados genéticamente por algún científico fanático del Barca, el club de futbol de Cataluña. Es la única pista que tengo, pues no llevan medias azules, pero sus pata si llevan ese color, por lo que Mano me ha contado.

Pasando a otro tema: acabamos de levantarnos, pasado las 9 de la mañana. En casa no hay nadie. Salimos tarde del cuarto a propio intento para que Zaide y Mano se ocupen de los muchachos y no se forme el embudo en el limitado espacio de la casa, sobre todo del baño. Sabíamos que hoy Jose se iba de excursión con su grupo de la escuela. Entonces pienso que M y Z estén al llegar con los panes para el desayuno. Desde que estoy en Barcelona sólo pienso en comer. Aquí la comida es muy rica. Y lo mejor de todo, nada me hace daño, como en Alemania. Creo que ni la lactosa me revuelve la mucosa intestinal. Esto es un misterio.

Romy acaba de salir del baño en dirección al balcón. Me ha dicho que bien que podría haber hecho la cama, que me estoy poniendo vago. También me ha dicho que ellos, Z y M venían con los panes del desayuno en la mano. Se me acabo el tiempo de reporte, Z y M me recalcan que se acabó la escribidera, que la excursión de hoy es a Tarragona y que esta sí que está buena. Así que me despido hasta hoy por la noche.