domingo, 28 de noviembre de 2010

Gano hoy mi cuarta partida de la temporada

La racha favorable parece interminable. Hoy gano de nuevo en el tablero dos con las blancas la partida entre los equipos de Hillscheid y Bendorf. Precisamente el lugar donde está el hospital en que mi suegra está ingresada. Qué casualidad. El señor Caspar no conocía la variante del gambito y se empecinó en un ataque que lo llevó a perder muy rápido la partida. Parece que mi contrincante de hoy no conocía la variante y quería desconcertar jugando rápido. No obstante yo me di cuenta de su desconocimiento y le negué su ofrecimiento de tablas. Hace el ofrecimiento en el momento en que ha perdido la calidad y su rey al descubierto.

Esta partida fue importante para mí con vistas al próximo torneo, el campeonato de ajedrez clásico de nuestro club que se efectuará el 11 de diciembre. Berthold también había ganado su partida en el tablero número uno y contra un adversario más fuerte que él mío. Así que en el campeonato mencionado Berthold será un hueso duro de roer. El valor psicológico juega en las partidas también un rol importante. La autoestima del jugador decide muchas veces en el enfrentamiento decisivo. Mi compañero de equipo y yo somos los aspirante al cetro del club y aprovechamos todos los factores a nuestro alcance.

Así, mientras mi familia visitaba a la suegra en el hospital, yo me batía  en el ajedrez y luchaba a la vez por preparar el trayecto que me llevará a la corona nuevamente. Recuérdese que este año soy el defensor de los dos títulos que ofrece el Club de Hillscheid. El título de campeón de partidas relámpagos ya lo defendí soberanamente y el otro de campeón del clásico también lo quiero defender y así repetir la hazaña del año pasado.

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