Primo Leonardo, hoy es uno de esos días especiales en que el mundo entero se concentra en nosotros y nos dedica tiempo. Recuerda que estamos en pleno siglo 21 y que el tiempo es un producto que escasea. No todo el mundo está en la disposición de compartir su tiempo con los demás y siempre se disculpan con la frase: “Lo siento, no tengo tiempo ahora, tengo mucho trabajo y todavía algunas cosa por hacer, bla, bla, bla…”. La frase fue descifrada por Sigmund Freud en el año 1922 y quiere decir: “Lo siento, no quiero derrochar mi preciado tiempo con alguien de tan poco valor como tú…en realidad no eres importante para mí. Es más, me das un poco de lástima, de saberte tan débil y que dependas de las demás personas para poder desarrollarte y vivir decentemente, etc…Lo mejor sería que te ahorcaras en el próximo árbol que encuentres…”.
Pues bien, yo quiero y siento la necesidad de dedicarte mi tiempo. Lástima que no pueda estar allí a tu lado y dedicarte el día entero. Me gustaría compartir este día contigo porque tú eres una persona importante para mí. Siempre me caíste bien y hasta hubo una vez en que quise ser como tú. No te lo oculto, hubo también momentos en que sentí ganas de irte para arriba. Fueron aquellos momentos en que me ganabas al ajedrez y te quedabas mirándome, mientras yo creía descubrir en tu mirada sentía un sentimiento de compasión. Entonces quería ser como el zorro y vengarme al ajedrez y a las espadas. Pero ya eso pasó y hoy me siento fuerte en el ajedrez, sobre todo en el ajedrez relámpago.
Bueno mi primo, espero que la pases bien, seas feliz, todos te regalen muchas cosas, no pierdas la potencia masculina, y te sientas realizado en todos los aspectos de la vida. Tienes la mejor esposa, los mejores suegros, los mejores cuñados, los mejores primos y mucho. Así que degila y no exigas más. Qué tengas un día especial.
Tu primo Raulito.
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