lunes, 22 de noviembre de 2010

24 Aniversario de Bodas

Ella, una mujer bella, de una personalidad extraordinaria y con muchas cualidades buenas del carácter, como por ejemplo simpática, inteligente, con buenas salidas verbales en el momento preciso, muy trabajadora y sexy. Él, un hombre que se ve joven para su edad, atlético hasta cierta medida, muy chistoso siempre hasta perder a veces la seriedad, apuesto de acuerdo a algunos perfiles no muy ambiciosos. Así vemos hoy a la pareja del momento, Romy y Raúl. Ellos cumplen hoy 24 años de casados

Se casaron un frío día de noviembre del año 1986 allá en Roßwein, en la ex RDA, en la Rathaus de la pequeña ciudad de 12000 habitantes (actualmente 7000 mil solamente). Una alemana elegía a un cubano, a un extranjero, y no era la primera vez que las jóvenes de la ciudad lo hacían. Aquella ciudad industrial de Sajonia tenía de todo para ofrecer y para exigir. Raúl se decidió por lo mejor que ofrecía, sus encantadoras y aplicadas mujeres.

Hoy la vida es distinta. En las sociedades modernas la pareja parece ser algo anticuado y el modo operandis es distinto. Cuando están cansados de verse ella coge un vuelo para el Caribe y él se va con sus amigos para Mallorca. Pero los hay todavía más modernos. Tengo una vecinita que dejaba su novio en Alemania y se iba con el Ex para California por cuatro semanas. El novio y el Ex se llevan a las mil maravillas. ¡Qué tolerancia, cuánta confianza, qué modernidad! ¡Pero eso no va conmigo! Lo moderno está bien pero lo exagerado no tiene que ser. La libertad no debe ser tan libre, que le vayan con ese cuento a otro.

Entonces, señoras y señores, independientemente de que habría que darle a Romy una medalla por el aguante, la tenacidad, el altruismo, la compresión y la paciencia; pero Raúl también tiene mucho que aportar a este record personal alcanzado de 24 años. Se dice fácil, pero hay que verlo en el día a día para valorarlo en toda su dimensión. No es fácil llevar tanto tiempo y sentir lo mismo que desde un principio. Algunos se han equivocado. Mi hermano Tony me decía un buen día al teléfono que él estaba seguro de que cuando yo le veía las nalgas a Romy que era como ver algo natural y poco excitante; que después de tanto tiempo juntos deberíamos querernos como hermanos. Le dije que eso no era cierto y que además me encontraba entre los dichosos de poder decir que mis sentimientos eran como los de antes. La pasión fogosa puede que haya pasado; pero solamente para darle paso a un amor puro, profundo, extraordinario, vitalizado.

Nadie se puede imaginar cuantas cajitas se coge en 24 años, todas de gratis, con mucho tiempo y comodidad; sin tener que estar metiéndose en construcciones u obras de construcción paradas, bajo un puente del casino campestre, en el bosque del Almendares de La Habana o en la oscuridad del cine. Puede que esos lugares tengan algo de excitante en la adolescencia, y que sabemos todos, lo descubrimos y los vivimos, pero las paredes de un hogar son el nido perfecto e indicado, especial, para el amor. Después de 24 años poder decir esto es algo maravilloso. Se lo deseo a todos mis amigos. Aunque pienso que hay quienes llevan más que yo. Un abrazo nuestro a todos, de Romy y Raúl, y gracias por tener a alguien a quien poder contárselo y que se lo crean también.

No hay comentarios:

Publicar un comentario