Dónde estás que no te veo. Cada día al escribir, reviso primero las nuevas publicaciones. Hace mucho que no veo tus escritos y por eso no sé nada de ti. En verdad me preocupa mucho no poder saber nada de tu vida. Te has replegado demasiado, tanto que a veces me da miedo adaptarme a que no estés presente. Me gustaría saber más de ti, de tus cosas y en que ocupas todo tu tiempo. Me gustaría estar allí para alegrarte la existencia, ayudarte si es posible, compartir contigo momentos inolvidables, pero también estar presente cuando me necesites.
Me inquieta ver como los días pasan, los meses, los años, y nuestras vidas se nos hacen extrañas. Vamos asimilando nuevas costumbres, otras culturas, otras personas; mientras que nuestra relación familiar se va convirtiendo en un pasado ya lejano. Por eso te escribo. Sí, tú, no mires a tu alrededor, es contigo la cosa. Contigo quiero intercambiar ideas y pensamientos, recuerdos que me asaltan a diario. Pero tú no escribes. Sé que leerás este mensaje y que lo dejarás a un lado, quizás sin haberlo leído completamente. No importa, yo seguiré revisando las publicaciones, abriendo el correo con muchas esperanzas de encontrarte. Quién sabe, quizás mañana, o a más tardar pasado mañana, tú te sentirás aludida y escribas aquí.
Mi primo a veces quiero escribir más, pero es el tiempo que no me alcanza, pero como leí esta publicación te quise escribir de inmediato, tu tía galleguita me absorbe mucho tiempo hay que estar detrás de ella como si fuera un muchacho chiquito, está viejita, pero para mí preciosa, la cuido mucho y ella dice que Dios le ha prometido vivir 120 años, hoy en la mañana después que salí para el trabajo papi la llevó a dar una vuelta, se vistió muy bonita y dice papi que le tiró una foto con un celular, cuando la descargue, te las enviaré para que las publiques en el RF.
ResponderEliminarBesos, YO