Vivimos esperando ese gran día en que nuestros tíos se encuentren ya en México junto mis queridos primos. Para nosotros la distancia sigue siendo inmensa, pero el saberlo allá y la posibilidad de poder hablar por teléfono o el contacto por la internet, eso es para mí en lo personal un suceso extraordinario.
Cuando pienso en ese gran día, pienso a la vez en los intercambios que tendremos a través de RF, los mails mismos, las fotos en que podremos verlos nuevamente. Han pasado muchos años sin el contacto necesario, los momentos incomparables que se viven junto a tío Gilberto con sus bromas, su especial forma de ser. Pero también recuerdo aquellos días de sobrino en Cuba junto a mi tía Gallega. Sé que ya no es como antes y que su mente no está tan fresquita como cuando la dejé de ver por última vez, pero algo es algo.
Hoy me alegré con profunda emoción de recibir el saludo de mi primo Gilbertico. No importa que fuera indirectamente, pues lo mandó a través de Gladys. Para mí significa mucho que él se haya acordado de mí y a la vez haya tenido la gentileza de enviarme el saludo. Siempre buscaré el contacto con él. Mis recuerdos de mi primo son todos gratos.
Bueno ahora que le paso revista a la tropa de tío Gilberto, descubro que me falta uno, mi primo Miguel. Qué lástima que su participación no haya seguido siendo posible. Sus mensajes de vez en cuando podrían levantar mucho más el ánimo en el grupo. Quién sabe, quizás en algún momento lo tendremos escribiendo entre nosotros. Todo no es más que cuestión de tiempo. Por el momento no nos queda más remedio que esperar, perseverar, darle tiempo al tiempo. Por eso digo: ¡Vivir para esperar!
No hay comentarios:
Publicar un comentario