Después del trabajo. Llegué a casa y la sorpresa fue inmensa. Sobre el aparador del zaguán había una carta de mi hermanita. Claro, lo primero que hago es sentarme en la cocina, mi lugar preferido, a leerla; mejor dicho, a disfrutarla. Mi hermana escribe muy emotivo y sus cartas son siempre interesantes. Yo las leo y las releo. No tengo para cuando acabar.
Por cierto, el sobre de la carta llegó en "mal estado". Un estado que me testifica la procedencia exacta e inequívoca de la misiva. Resulta que la distancia entre Camagüey y Kadenbach es de 7914.45 km y eso es ya más que una condición para que el maltrato sea cierto.
Ahora inserto una foto macro que le hice al sobre. Debajo se puede observar que la carta fue abierta por debajo y cerrada descaradamente con una cinta adhesiva transparente. Estos alemanes se las traen, ya ni se molestan en cerrarla cuidadosamente para que no me de cuenta. Esta es la foto:
El caso del sobre me mortificó mucho, no lo negaré, pero el contenido del que poseía me sacó enseguida de mi pataleo. Cada palabra escrita de mi hermana venía adobada con mucho amor y dedicación. Al rato ya me sentía muy feliz y mi ojos devoraban cada línea con la avidez de un investigador. No me importaba que llegara rápido al final, ya volvería a releerla como siempre y a repasar cada párrafo de mi interés con especial atención.
Había quedado con mi amigos en que les instalaría Windows 7 Ultimate en su laptop. Así lo hice. El tiempo se fue rápido, demasiado rápido. Con mis amigos alemanes se disfruta también mucho el tiempo. Además, estaba haciendo algo que me gustaba mucho, instalar Windows y otros programas importantes, reajustar el sistema y salvarlo en un DVD Recovery. Aquí va una foto del momento:
Bueno y ahora les mando aquí la publicación. Espero que os guste.
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