lunes, 11 de abril de 2011

Videollamada Alemania-Ucrania

videollamada

No importa que los demás no escriban, yo seguiré escribiendo, hasta el aburrimiento. A no ser que alguien me diga: “Raúl, por favor, para ya, nos tienes cansado”. ¡Ojalá que esa oración nunca llegue, ni oral ni por escrito.

Ayer hablamos con Carlitos en Ucrania. Digo hablamos, porque Oliver estaba en casa y a Carlitos le gustó hablar también con su primo Oliver. Bueno a los dos les gustó mucho, pues Oliver estaba muy contento también de conocer a su primo cubano, el hijo de Chicho. Carlitos es igualito a Chicho en los gestos y el parecido. A Oliver le gusta mucho ir a casa de Chicho. Dice que siempre hay buen ambiente y uno la pasa sabroso.

Esto de hablar por el Skype es muy divertido. Nos podíamos ver por la cámara y a la vez hablar. Así que es casi como encontrarse personalmente. Para nosotros los cubanos que vivimos desperdigados por el mundo, en este caso los familiares, este medio es muy bueno. Qué lástima mis primas no tengan Skype. Y si lo tienen nunca aparecen online; pues yo tengo una dirección de los chilangos que siempre aparece offline en la lista de contactos.

Así que no esperen mucho tiempo. Ya muchos de nosotros estamos en el umbral de los cincuentas y somos mortales por orden de la naturaleza. Es ahora cuando podemos conversar, escribir, jaranear, intercambiar experiencias. Además, el día en que nos vayamos de este mundo tampoco está fijo. Puede ser mañana, pasado mañana, el año próximo o en 20 ó 30 años. Eso no es mucho tiempo. Los quiero, vagos.

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