viernes, 29 de abril de 2011

Acuerdo o convenio tácito de las primas

Todo parece indicar que mis primas han llegado a algún acuerdo sobreentendido o virtual por detrás del telón o la intuición femenina-maternal-familiar las ha llevado a un grado de sincronización de increíble exactitud milimétrica. Resulta que ahora es Gladys la que se mantiene en la palestra escribiendo y contando, mientras que nuestra prima Reyna, mantiene un silencio absoluto, de alto por ciento de abstención literaria,  en nuestra bitácora familiar.

Investigaciones recientes en la plataforma de RF han llevado al investigador R. González a estas conclusiones. Se espera entonces que pronto, es decir mañana o pasado mañana, nuestras primas cambien sus turnos en la bitácora y que por eso la Cuaca entre en el descanso, mientras la chilanga muestre un alto grado de creatividad literaria, con poemas, informes o simples relatos de un viaje por algún recoveco mexicano.

Mientras tanto la Cuaca, o sea nuestra prima en Houston, ha mantenido una presencia inusitada, casi tozuda, en nuestra bitácora, lo que nos llena de alegría infinita. Si no fuera porque sabemos que pronto desaparecerá por tiempo indefinido, la alegría desbordaría las expectativas anunciadas. Habrá que sacarla del retraimiento con llamadas al celular, observar atentamente el chat por si se encuentra online, o simplemente, después de agotadas las posibilidades de rastreo en la red, escribirle un mail, con la probabilidad de que no lo reciba, al menos dentro del término de 24 horas. Esto último es válido también para la Chilanga.

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