jueves, 24 de diciembre de 2009

La Noche Buena cubana en Kadenbach

Manoli va mejorando por minutos de su constipado barcelonés. Zeide, su enfermera de cabecera, le suministra un polvitos mágicos. Así comenzamos el día de hoy, viendo ese mejoramiento de nuestro visitante. Aprovechamos la subida de las temperaturas y nos fuimos de recorrido por las calles de la aldea.

Los encargados de la cena navideña fueron los cocineros profesionales Zeide y Raúl. Ella hizo el congrís, la yuca y las mariquitas o chicharritas; mientras Raúl se encargó de la carne de puerco asada al horno. La cena se efectuó a las 20:00 horas locales de Alemania. Los comensales éramos 10 en total. Tres generaciones confluyen en la misma mesa para disfrutar las creaciones culinarias de los cocineros de turno. Los paladares de los convidados fueron mimados por el vino tinto especial “Marqués de Riscal”, cosecha 2004; aquel que una vez malcriara el gusto de nuestros antepasados.

La sobremesa fue amenizada por magos y pujones. Resulta que Jose Alberto, el más pequeño de los invitados, quien recibiera como regalo de Navidad un juego de magia, amenizó la velada con nuevos trucos; mientras que su padre nos regalara el pujo más soberbio de esta noche inolvidable. Y complaciendo la curiosidad de nuestros lectores, nos vemos obligado a publicarlo a continuación:

¿En qué se parece una mata de mango a un zoológico? Fácil, en que la mata de mango tiene resina y en el zoológico hay resinaceronte. Ya sé, deben estar doblados de la risa, como nos pasó a nosotros. Fue así que Manoli se gana el premio al pujo del año. ¡Apretaste, celena! Encima de esto rompimos el record por reírnos el tiempo más largo.

Os invitamos a disfrutar del álbum, esta vez como una coproducción Manoli-Raúl. No se lo pierdan. Las fotos serán dividias en lotes según la ocasión: recorrido por la aldea y la cena. Pedimos disculpas que por falta de tiempo y por soñolencia estos álbumes serán subidos mañana a la red de Rincón familiar.

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