“Usted tiene la gripe porcina y no debe ir a trabajar. Evitará el contacto con las demás personas. Descanse todo lo que pueda y tome sólo las medicinas que se toman durante el proceso de una gripe de temporada. Si el sistema inmunológico está en buen estado, usted estará de vuelta en una semana. De lo contrario podrá remolcar la gripe y sus dolencias durante tres semanas más o menos…”. Estas fueron las palabras definitorias y concluyentes del médico con aspecto de veterinario loco, en cuarto que parecía un establo casi.
Ya sé, ustedes no me creerán y pensarán lo mismo que piensan todos: <
Las actividades de hoy son el viaje a Coblenza con las tiendas abiertas y por la noche en casa de nuestros amigos. A la ciudad se fue Romy en el coche con nuestros distinguidos visitantes. Quieren hacer compras de suvenires y medicinas. Mientras tanto yo quedé en adobar las carnes y prepararlo todo para las comidas, al regresar del médico y ellos de la ciudad. Esta noche estamos invitados a casa de nuestros amigos alemanes a tomarnos unos tragos y a festejar un poco estos días especiales; después de la cena.
Observación: La entrada triunfal en coche a Kadenbach, con bozal y guantes de cirujano, llamó la atención de los aldeanos, quienes se alborotaron y los más atrevidos (hombres de mi edad) se acercaron a no más 5 metros a hacerme preguntas curiosas. El aviso de mi “Gripe del Cerdo” ha causado en ellos intranquilidad y pienso que ya tomarán sus medidas.
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