Enfermo

Creo que eran las 2:35 horas de la mañana cuando noté que de verdad estaba enfermo. Pensé en lo que ya había intuido por los dolores, que debo tener algo así como una laringitis o faringitis, no sé bien. Me da cuando me toca la angina, pero como no tengo amígdalas me da esto otro. Me había pasado el día entero con dolor de la garganta, en la parte superior. Pensé que me había pasado la noche anterior roncando y que la garganta se había resecado un poco. Ahora veo que no, que era el aviso de la enfermedad.

 

Después de revolcarme varias meses en la cama, sin éxitos ni esperanzas de conciliar el sueño nuevamente, me decidí por el consejo de mi esposa: "Cuándo te despiertes en medio de la noche y quieras dormirte de nuevo, lo que tienes que hacer es coger tu libro de cabecera y empiezas a leer como si nada". Así hice. Eran las 4 de la mañana cuando noté que el consejo de Romy no me pudo ayudar, parece que es porque estoy enfermo y la variante es nueva.

 

Me levanto y abro la ventana. Siento que necesito aire fresco y como el día fue caluroso ahora debe haber buen aire. Un avión pasó surcando el firmamento. No lo vi, pero el ruido lo delató. A las 4:09 horas sentí el primer cuchicheo de un pájaro. Será uno que está enfermo igual que yo o es que a esa hora empieza el concierto de ellos. Como a medio segundo volvió a cuchichear y después no lo sentí más. Parece que estos pájaros son tan vagos para levantarse como yo.

 

A las 4:13 horas ya estaba en la cocina. Sentí la necesidad de tomarme un té. Me decido por un té verde con algunas lajas de jengibre. Dicen que es bueno para la gripe. Diagnosticando y eligiendo medicamentos nunca he sido bueno. Pero comiendo soy un bárbaro. El té con jengibre me sabe a gloria. He dejado el resto del agua hervida de reserva para hacerme una tizana. Según Benito, es el agua caliente con limón y miel. Lo tomo cada vez que me resfrío o tengo la gripe. Me aporta mucha vitamina C.

 

Mi libro de la madrugada es el nuevo que compré el lunes. Se titula: "La nueva psicología de tiempo". El libro está mucho mejor de los pasajes que pude leer apurado en la librería Reuffel de Coblenza. Creo que si mañana voy a la ciudad me vuelvo a comprar el mismo libro. Es una broma, me pasa lo del cubano que siempre piensa en el futuro, la zona temporal que le robaron. Eso a pesar de que vivo en otras latitudes desde más de la mitad de mi vida y veo ese tiempo desde las gradas. Ya veo que no me he librado de la influencia cubana. ¿O será que aquí eso también pasa? Tendré que estudiar el caso.

 

¿A que no adivinan lo que empezaré a hacer ahora? ¡Exacto, jugaré ajedrez online! Romy me dijo una vez - hace más de dos años - que eso era vicio y yo se lo discutí en forma defensiva y violenta. En el fondo ella tiene razón; pero sólo en el fondo. No tengo arreglo.

 

Cuando llegué a la cocina, hace media hora atrás, lo primero que pensé fue en mis primas en México y en Houston. Allá ellas tienen 7 horas atrás, o sea las nueve y pico de la noche. Buena hora para llamarlas o chatear. Sería la primera vez. Así me vengaría de las horas de sueño que he perdido por ponerme a conversar con ellas tarde en la noche. Pero no lo puedo hacer, el silencio de casa es sepulcral y cualquier sonido gutural levantaría a media aldea. Entonces me voy al ajedrez, aunque había traído el libro, sabiendo que era sólo un pretexto, pues el subconsciente me decía: ¡Qué rico, te enfermaste Raulito, ahora podrás jugar todo el tiempo ajedrez y dormir cuando te plazca! Derrotarás el tiempo por unos días.

 

Pero eso no es todo, también pensé en mi compañeros de trabajo y que ahora alguien tendrá que ocupar mi plaza hasta que me ponga sano. Eso no me desalienta, yo lo he hecho todo el tiempo. ¡A jugar ajedrez….!