Día de grandes sorpresas

Hoy parece ser un día especial y tengo que escribir algo, unas palabras de reconocimiento y de congratulación. Resulta que después de unos días de poca actividad y movimiento en Rincón familiar, me sorprendo verdaderamente al ver como en nuestro rinconcito van fructificando verdaderas cosechas de creaciones literarias, artísticas y familiares. No sé si hago bien encomiando fervientemente las nuevas apariciones creativas, pero estoy seguro que algo hay que decir. No ocultaré que todavía no acabo de salir de la perplejidad gepeta.

La primera publicación que descubrí fue la poesía de mis primos chilangos. No tengo palabras para describirla. Creo que dejaré pasar algunos días, volver a leerlo todo detenidamente, evocar las emociones que me embargan en este momento y quizás plasmar malamente algún criterio. No sé si podré lograr algo coherente. Confirmo además lo que ya dijo mi prima Gladys allá en Houston, mi prima chilanga sigue muy bonita. Es un ángel.

No puedo comprender que ella no haya logrado anexar la segunda foto. Se logra del mismo modo que se hace con la primera foto. Por eso no la entiendo. Insertar las fotos en un blog no es difícil, pero donde se coloca una pueden colarse más. Claro, cuando son muchas, entonces lo mejor es ponerlas en un álbum y poner allí el hipervínculo o enlace.

En cuanto a mi prima Gladys, lo mismo. Ustedes se pusieron de acuerdo para darme este sorpresón. Me van a matar de un infarto. No sólo publican algo, sino que encima de eso, como si fuera poco, insertan varias imágenes. ¡Apretaron!

Me emociona mucho también ver las fotos todas, pero la de Angelina la botó de jonrón. ¡Qué muchachita! Esa carita y esa pose con su dedito sobre la sien, a la verdad que esa niña está pasada de liga. No creo que en la familia alguien haya sido así tan expresiva a esa edad; porque no es sólo la pose, sino todos los detalles de ella, la sonrisa, la vitalidad de la virada que sólo se puede dar con unos ojitos así de especiales, en fin, algo increíble y que hay que verlo. Y ustedes de seguro que dirá también: y vivirlo. Ya bien que me la puedo imaginar, esa niña tiene que tener un don especial. No faltaba más, sus padres también tienen su historia.

Pues bien, sigan así, no se detenga, me hacen muy feliz. También harán feliz a los demás en Cuba. Me tuve que dar un garnatón para ver si todo era verdad o estaba soñando. Se me subió entonces la bilirrubina y me dio por hacerle una foto a Romy con el árbol de la Navidad y el hornito de chimenea. Logré la foto ahora de noche, sin flash, creo que iluminada solamente por dulce sonrisa de mi querida esposa. Ya me dirán. Entonces vale la foto, aquí va.