sábado, 9 de enero de 2010

Rincón Raúl

Son las 14:40 horas del sábado 9 de enero de Año Nuevo. Mi hijo Oliver llama a casa, tiene una pregunta y su padre la repuesta. El diálogo se ha efectuado en español, ya somos más familiar. Oliver tiene también un iPhone y puede recibir al instante todas los artículos que se publican (quizás que publico yo) en “Rincón familiar”, el blog de los primos Betancourts. Oli había leído mi artículo de ayer (el blog de RF está sincronizado a la hora local de Cuba) y me dice que ya leyó lo último sobre “Noche de premiaciones”. Me suelta a boca de jarro: - El blog debería llamarse “Rincón Raúl”, eres tú el que escribe, es tu vida, eres tú…bla, bla, bla.

Oliver tiene razón y no se lo discuto. No tengo la culpa que los demás no quieran escribir. Cuando inauguré el blog de RF, lo hice con la idea de que todos sus miembros – mayormente fuera del territorio cubano – escribiéramos cosas de nuestras vidas y así mantener los nexos familiares con nuestra gente en Cuba y también entre nosotros, bohemios desperdigados por el mundo. Con el tiempo el blog se ha convertido en un monólogo o soliloquio y no tengo la culpa de ello. A todos, hasta los que están en la Cuba bella, les abrí la posibilidad, por medio de dirección directa, de publicar en nuestro rincón. Hasta hoy nada.

¿Por qué sigo manteniendo entonces este canal o puente de comunicación entre nosotros? Es fácil, me aterra sentirme aislado, desterrado, desarraigado, olvidado, perdido, extirpado, confinado, borrado; como si nunca hubiese existido o ya no cuento en los anales de la familia. No tengo la culpa de este destino, aunque todavía no lo pueda probar. Sé que mi hermana, y quizás todavía alguien en Cuba, se interesa por mi vida y mi destino. Quiero saberlo así y mantener este canal, al que podría llamar canal de la supervivencia. Hay que haber sufrido lo mismo para entenderme, y sé y puedo demostrar que algunos me comprenden, sobre todo porque lo sufren también en sus propias carnes.

Para ser más explicativo y cerrar la disertación, diré que tengo otros blogs, según el interés y los nexos, donde recibo feedback aunque sea por correo, y hasta existe uno en donde yo no soy el único que participo. Eso me da aliento, mucho aliento y esperanzas.

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