Pero siempre que se la quiera ver. ¿Qué te hace feliz? ¿Una computadora? ¿Regalos? ¿Vestidos? No busques más, la repuesta es una sola: los demás seres humanos. Eso, el amor, la dedicación y la atención. Lo demás es pasajero y de seguro te desviará por un momento la atención. Pero no creas, todos somos susceptibles a la tentación por lo material. Es que somos seres humanos en constante orientación y adaptación.Quien tiene amigos es más feliz que aquel que siempre está solo. Esto es aplicable a todos, no sólo a los niños y jóvenes. Nos alegramos especialmente de cosas que no esperábamos. Esto podría ser algo tan banal como aprobar una prueba difícil y encima de eso con buena nota, que nos reconozcan algo bueno, un encomio de los padres, ganar un partido del juego preferido. Pero para que te puedas alegrar verdaderamente todo depende de la comparación. El amateur que se compara con un profesional no podrá alegrarse nunca de sus logros.
La suerte tiene su magia. No importa lo que logremos, siempre será por un tiempo. La explicación está en que siempre nos acostumbramos rápidamente cuando obtenemos algo. Esto hace cada vez más difícil darse cuenta de nuestra suerte, pues en lo adelante queremos algo mejor.
La suerte puede regresar a cada momento que quieras. Sólo tienes que darte cuenta de ella. Puede ser la persona que tienes a tu lado, alguien que espera por ti, las personas que te rodean, el país donde vives. Pero no te acostumbres; o mejor dicho, intenta ver la suerte con nuevos ojos. Verás que eres un privilegiado.
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