No olvidemos que Jesús se sacrificó en la cruz por nosotros. Él bien podría haber dicho – unos días antes – que todo no era más que una broma, que él no era el mesías, etc. Pero no, es dio su vida para que nosotros fuéramos liberados de todos nuestros pecados y así quedar limpios y libres con la esperanza de continuar una vida en armonía y felicidad.
En la iglesia católica es una día de penitencia, lo que pasa es que nosotros ya pasamos muchos años de penitencia y ahora estamos recobrándonos. No obstante, es un motivo para reencontrarnos en el núcleo de la familia y hacer comidas conjuntas. Tenemos de nuevo a David en casa y así nos sentamos todos a la mesa para desayunar conjuntamente. Lástima que Oliver no vino. Aquí van las fotos entonces.
Por la tarde no estaré aquí para el almuerzo, pues estaré en el torneo de ajedrez relámpago que se celebra todos los años en Renania. Este año no pude jugar en el torneo de aspirante a maestro por algunas pocas razones:
- El año pasado jugué horriblemente
- Este año la fecha no me lo permite, en el trabajo cierro las cuentas
Sin embargo, estoy seguro que este año hubiese jugado mejor, pues después de aquél debacle, del cual ya me he recuperado con creces (he ganado todas las partidas jugadas de la temporada), estoy en mis mejores formas para los torneos clásicos. No así en los torneos de partidas relámpago, donde estoy viendo una bajada en picada por días. Parece que alcancé el máximo retro en el club y ese era la cima. Ahora la edad me acondiciona con más paciencia y experiencias para jugar partidas largas y así lo veo. No importa, estoy seguro – si Dios lo quiere – que jugaré el año próximo, de realizarse el torneo no muy lejos de casa.
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