miércoles, 4 de noviembre de 2009

Los visitantes de Kadenbach


Los primeros en llegar fueron Sonia y César. El encuentro en el aeropuerto de Frankfurt Hahn fue muy interesante. Nos reconocimos al instante. Todos seguimos igualitos; bueno casi, casi. Después de los saludos y los abrazos, vinieron conversaciones ininterrumpidas en el coche. El viaje es de más de una hora. Así que tuvimos mucho tiempo para conversar. Bueno, lo que es conversación no hubo, más bien un monólogo de Raúl. No deja hablar a nadie. Lo heredó de Chichí, su padre.

Ya en casa y después de el almuerzo, por cierto, muy alemán – la culpa es de César, le había dicho a Romy que quería comer alemán – y de sobremesa, no fuimos de paseo por la aldea de Kadenbach. César se resistía a subir el lomerío de la aldea. Dice que aquí todo es muy bonito, pero hay muchas lomas.

La cena fue muy cubana, amenizada con vinos y jugos. Nuestras conversaciones se hicieron a partir de ahora mucho más profundos. Tocamos la teología, la filosofía y muchas ramas más del saber humano. Lástima que a la hora de la práctica, nos alejemos tanto de la teoría. Es que nos gusta hablar mucho y bonito. Decir es más fácil que hacer. Romy no pudo cenar con nosotros, pues se fue a buscar a Oliver al aeropuerto. El avión llegón con un día y una hora de atraso.
Hace una hora que acaba de llegar Oliver. Ahora nuestro hijo habla solamente español. Dice que ha pasado unos días muy felices. También me reprochó que yo le hubiese metido mucho miedo. Los cubanos son personas muy alegres, hospitalarias, y sobre unos locos. Pero muy, muy cariñosos. Se sintió como uno más de la familia, como lo que es. La familia se unió un poco más por unos días. (César ronca muy alto y no me deja concentrarme).

Este relato continuará mañana, pues aquí es ya pasada la medianoche y ni con los ojos apuntalados podemos resistir el cansancio y el sueño. Mañana será otro día. No te pierdas el reporte de mañana. Haciendo el clic en el álbum podrán ver las fotos de hoy. Están muy interesantes. Sonia, César, Oliver, Romy y Raúl.

1 comentario:

  1. OLIVER nos dio mucho gusto que te hayas sentido en familia por Cuba, pero te recuerdo que acá en México también tienes una parte de tu familia por conocer. Serás bienvenido cuando te decidas y si te acompaña David y tus papis mucho mejor, será como para NUNCA OLVIDAR. Besos, tus primos chilangos.

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