Ahora si voy a escribir algo indiscutiblemente interesante. Resulta que sigo pensando en ustedes todos, en los que responden y en los que no lo hacen. Unas por cortesía y otras por empecinamiento, o terquedad, como quieran llamarle.
A veces me pregunto – claro hago esto frente al espejo – ¿Por qué la gente está como está? Ya nadie quiere hacer la guardia de los CDR, también están los que no van los domingos a misa, los otros que no tienen tiempo para conversar y algunos de ustedes que no les gusta escribir, pero que según las malas lenguas, siempre están pensando en los demás. Pues bien, se lo vamos a creer todo todito.
Es verdad, el mundo ha cambiado y sigue cambiando constantemente. Algunos veteranos dirán que para mal y los principiantes que para bien. ¿Pero quién es “el mundo”? ¡Eso somos nosotros! ¡Nosotros hemos cambiando! Y en realidad no muy poco. Indudablemente que en eso tienen que ver no solamente la edad y los cambios estructurales y sociales, o geopolíticos; sino que también el progreso tecnológico. Y creo que este último ha acentuado mucho el cambio ese radical actual. Estamos en una era de cambios fundamentales constantes y que se suceden cada vez con más rapidez y frecuencia, en un lapso de tiempo muy corto para poderlos asimilar. Creo que podría afirmar que ya son cambios dinámicos que ocurren por el fenómeno de causa y efecto. Un aparato nuevo tiende el puente para otras aplicaciones, otros servicios y también para otros aparatos.
¿Y cuándo termina todo esto? ¿Cuándo tendremos tiempo para una pausita? Lo digo porque a menudo oigo mucho algunas frases como: “Es tanta la información que me volveré loco…” o “la técnica avanza de una forma tan vertiginosa que me he quedado botado y no creo que todo eso sirva para algo bueno…bla, bla, bla”. No importa lo que digamos, el caso es que si nos quedamos botados, al margen del camino, no estaremos aptos para las exigencias nuevas, tanto laborales como sociales. Hasta las relaciones sociales han cambiado, ya la gente se ve poco y cuando lo hacen es en Facebook.
Para que me entiendan mejor: Cuando vamos a comprar algo o queremos saber sobre algo interesante, lo primero que hacemos es encender la computadora y entrar en Google. “Voy a googlear eso para ver que me dice…”, se oye de muchos ya. Los más viejos no cuentan y hasta los médicos saben menos que Google. Bueno Google no es una persona y por eso no puede saber más que nosotros, pero el cúmulo de información se le escapa también al profesional y entonces uno mismo tiene que tomar las riendas en sus manos e investigar. Si no lo haces te quedas en esa, haciendo lo que otro te dijo alguna vez, pero sin recibir el update de la información. Te recetan una pastilla para una dolencia y al cabo de varios años te encuentras en Internet un foro donde la gente explica que el que toma esa pastilla tiene que hacer chequeos de sangre y orina cada 4 años, etc. Y el médico, ¿por qué no te lo dijo? ¡El médico es también una persona, no es Google!
Así estamos actualmente y la boca pica y se extiende…continuará.
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