He visto todas las fotos y en verdad me alegro de ver como mis tíos renacen. Cuando veo a mi tía Gallega tan viejita y con sus achaques, me acuerdo entonces de abuela Antonia, de Mami, de mis tías. Qué bueno que tío Gilberto todavía se mantiene y que su mollera no se ha alterado. Pienso que ha heredado el genoma de Abuela María.
Así de contenta debe estar también mi prima Reyna, allí con sus queridos padres; que para nosotros también son muy queridos. Deben ser felices, tienen buenos nietos y un yerno incomparable, eso me imagino. Pero para que todo sea perfecto debería estar yo allí y no lo estoy. Siempre falta alguien, jajajaja.
En cuanto a las publicaciones: me hubiese gustado haber visto todas las fotos en un álbum y con sus comentarios. Mi prima va poniendo parejas de fotos y me imagino entonces el trabajo que tendré cuando publique el próximo cuaderno. La maldeciré.
En cuanto a mi prima Gladys: ¿Alguien sabe algo de ella? Desapareció como por arte de magia. Ya estamos acostumbrados a esas prestidigitaciones, pero nos preocupa también; ya aparecerá, se los aseguro.
El otro día Oliver me dijo: “Papi, ya nadie escribe en Rincón familiar…”. Sí – le dije – y es por eso que tampoco me motivo a escribir. Los cubanos somos así “o nos pasamos o no llegamos”. Por eso a veces podemos escribir apasionadamente 10 artículos seguidos y después hundirnos en el silencio. Todo en dependencia de los momentos apasionantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario