Ahora si estoy seguro, hoy es tus cumpleaños. El otro día me confundí con el cumpleaños de Mami y gracias a mi prima Reyna puede rectificar con tiempo. Pero hoy sí que no fallaré. Tú estás desmemoriado por la Alzheimer, pero aquí estamos nosotros para mantener tu presencia, bien en alto.
Entonces mi querido padre, hoy te deseo mucha salud – algo que necesitarás perentoriamente – felicidad – en lo que cabe o como suelen decir los galenos “de acuerdo a las circunstancias” – y muchos regalos. Lo demás, bueno lo demás ya no tiene importancia. A tu edad las necesidades básicas vuelven a su nivel y las superfluas, las que padecemos el hombre moderno, esa no te atañen ni te esclavizan. Ya no sabemos en realidad quién es más feliz, si los que vivimos luchando a diario y batiéndonos por subsistencia o si son los que viven en su mundo, feliz y encantados. Eso sí, como canta Julio Iglesias, “que siempre es más feliz quien más, y ese siempre fui yo…”. Ya sabemos lo mucho que amaste a mamá y que te has ganado tu puestecito en nuestros pensamientos.
Creo que hoy cumples 83 años. Todos los años me pasa lo mismo, no puedo ubicarte cronológicamente. Pero eso no es tan importante. Un año más, un año menos, qué más da. Así que cuídate y trata de leer estas felicitaciones cuando te conectes y estés online en tus raticos iluminados. Tu hijo Raulito, pero también tus sobrinos desperdigados por el mundo y que luchan también a diario contra el olvido – pues nuestra enfermedad es la lejanía y la ausencia física crónica – te recordamos con verdadero fervor y te elevamos hoy al centro de nuestra existencia. Muchos besos y felicitaciones hoy.
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