lunes, 27 de junio de 2011

Eva es fuerte conmigo

R&R

Observaba yo la campiña alemana, hoy lunes 27 de junio de 2011, después de la puesta del sol, todo era armonía y felicidad. Mis suegros me habían servido vino blanco Rießling Weinhex casi congeladito, como me gusta mí, iba claro ya por la segunda copita, y como bien decía, mi aldea me presentaba un día muy hermoso, cuando se me ocurre decirle a Romy: “Mi vida, qué dichosos somos, yo creo que vivimos en el paraíso”. Para lo cual Romy me contestó, y eso sin pensarlo mucho, como a boca de jarro:

“Claro, te has pasado todo la noche, después que regresamos de Coblenza, frente a la computadora, hablando por teléfono, disfrutando el vino y la música, y me dejaste sola fregando. Así uno si puede vivir en el paraíso”.

Y yo, que había pintado algo artístico – véase cuadro al óleo natural – y me había esmerado, pensando solamente en ella y en que vivíamos en el paraíso. Nada, que la vida es dura a veces.

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