viernes, 11 de enero de 2013

La historia del señor Müller

Esta historia la copié de la internet en alemán y la traduje al español, esto fue hace unos 10 años atrás aproximadamente:
La historia del Señor Müller
Este aquí es el señor Müller. El señor Müller es de Arestried, que se encuentra en Baviera, o sea en el sur. El señor Müller es un empresario y lo que se produce en las fábricas del señor Müller de seguro que ya todos ustedes lo han visto cuando van al supermercado.
El señor Müller produce a saber muchas cosas, las cuales proceden de la leche. Bueno en realidad es la vaca la que produce la leche, pero el señor Müller las envasa de lo más bien y se ocupa de que sean suministradas a los supermercados, donde ustedes las pueden comprar. Las cosas que produce el señor Müller son tan buenas que hasta el mismo señor Bohlen ha hecho anuncios en la tv para sus productos.
Y ya que el señor Müller es un empresario, entonces él pensó que podría emprender algo y construir una fábrica nueva. Y a decir verdad, él la construyó en Sajonia, eso queda allá en la Alemania oriental. En realidad, nadie necesita una fábrica de leche nueva, ya que hay tantas de ese tipo – las cuales producen demasiados productos lácteos – pero el señor Müller la construyó de todas maneras. Y como la gente en Sajonia es tan pobre y no tienen puestos de trabajo, entonces el estado apoya con mucho dinero la construcción de nuevas fábricas. Los puestos de trabajo, al contrario de los productos lácteos, nunca son suficientes.
Por eso el señor Müller llenó una solicitud, la llevó al correo y la envió. Un par de días más tarde el estado de Sajonia y los señores de la Unión Europea en Bruselas le enviaron un cheque con la suma de 70 millones de euro. 70 Millones, que es un número con siete ceros – ¡Mucho dinero! – Mucho más de lo que cabe en una alcancía. El señor Müller construyó entonces una fábrica nueva y ocupó a 158 personas.
Después que la nueva fábrica del señor Müller elabora ahora muchos productos lácteos, él se dio cuenta que no podía venderlos todos, puesto que existen tantas fábricas y productos lácteos. Bueno eso ya él lo sabía de antemano, y también los señores del estado de Sajonia y de la Unión Europea – esto no es un secreto. Pero le dieron el dinero de todas maneras. Es que no es el dinero de ellos, sino el nuestro. Suena raro, pero es así mismo.
Entonces, ¿Qué hizo él?, ¿El señor Müller?: En la Baja Sajonia, esto queda bastante al norte, el señor Müller tiene también una fábrica. Está allí desde hace 85 años y alguna vez el señor Müller la había comprado. Como él ahora tenía la nueva fábrica en Sajonia, el señor Müller no necesitaba más la fábrica vieja en la Baja Sajonia. Entonces la cerró y 175 personas perdieron sus puestos de trabajo. Si ustedes atendieron bien en la escuela, pues ustedes ya se dieron cuenta que el señor Müller lo que hizo fue ahorrarse 17 puestos de trabajo. Para ello recibió el señor Müller 70 millones de euro.
Si ahora ustedes dividen los 70 millones por 17, no se molesten en coger una calculadora, entonces ustedes sabrán que el señor Müller recibió un premio de 4 millones de euro por cada puesto de trabajo eliminado. Él se ríe, el señor Müller – claro solamente cuando nadie está mirando – porque si no él empieza a mirar con mucha tristeza y le cuenta a todo el mundo lo mal que le va.
Pero el señor Müller no se duerme en los laureles, sino que también vela por su bienestar. Es que él es en verdad hacendoso. De seguro que ustedes conocen los envases en los que se vendía la leche del Señor Müller. Qué sabrosa sabía y cabían 500 ml, eso es medio litro. Desde hace un tiempo acá el señor Müller vende su leche en botellas graciosas y no ya en vasitos. Son muy prácticos porque se vuelven a cerrar y se ven de lo más mono. Ahora, eso sí, hacen solamente 400 ml, pero cuestan lo mismo. Así él ahorra algo, el señor Müller – y ahorrar es una virtud, eso lo sabemos todos.
Si ahora ustedes preguntan por qué personas como el señor Müller no son colgadas del árbol más próximo, entonces tengo que decirles simple- y llanamente que esas cosas no se hacen. Pero la próxima vez cuando vayan al supermercado, entonces mejor dejan los productos del señor Müller en el estante y compran los demás que están al lado. Son tan sabrosos también como los de él, pero la más de la veces más baratos y quizás sean producidos por una empresa para la cual el concepto de “Responsabilidad social” todavía tenga un significado.
Suplemento posterior:
Y para todos aquellos que hayan hecho caso omiso de esto aquí: el buen señor Müller apoya con donaciones el NPD (Partido Nacionaldemócrata de Alemania) desde hace años – que es un buen amigo. ¡Un motivo mucho más importante para dejar las cosas en el estante! (¿rumores?)
Ah y además me viene ahora a la mente, el señor Müller quiere ahorrar el impuesto sucesorio sobre la herencia y por eso decidió trasladar su residencia para Austria.

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