viernes, 24 de agosto de 2012

Hasta mis inquilinos bailan salsa

Entonces como no podré conseguir que ustedes escriban aquí también. Todos tienen permiso de autor para escribir aquí y poner algunas vivencias que podamos compartir y sentirnos más cerca.

¿No les duele a caso que estemos tan lejos de nuestra Cuba? ¿Habéis olvidado ya nuestra niñez y nuestras vivencias conjuntas? ¡No me lo puedo imaginar ni por un minuto!

En verdad, estamos muy ocupados y tenemos tantas responsabilidades que el tiempo no nos alcanza para compartir con familiares u otras amistades más lejanas. Pero eso, a mi entender, es parte de un proceso de empobrecimiento espiritual. Cuando se pierde la diversidad de las relaciones, entonces nos vamos estrechando los horizontes y la rutina y la repetición, la falta de novedad y riesgo, nos va carcomiendo y cuando menos cuenta nos damos, ya somos uno más de estos ancianos que se vuelven huraños y no quieren participar más de la vida activa y social. Así que no se lo piensen más que saber no es suficiente si no se actúa y se emplean los conocimientos en el mejoramiento de la vida de uno mismo y de los demás.

 

2 comentarios:

  1. NO, NO NOS HEMOS PERDIDO, AQUI ESTAMOS, Y FELICITA A LOS VECINOS, PORQUE QUEDARON MUY LINDOS JAJAJAJAJA..... SERAS TU QUIEN LOS ENSENASTES A BAILAR SALSA????????????? JAJAJA

    ResponderEliminar
  2. Oye mi prima, recuerda que puse que eran inquilinos del hogar donde trabajo y vecinos. Estás peor que 63 cambiándole la semántica a las palabras; porque ni morfológicamente ni se parecen. Pero me alegro, esto no es crítica, es simplemente interactúar sanamente. Te quiero, besos a los tuyos y sigue así. Me voy ahora a ver la publicación tan interesante de tu ciudad, la que pusiste ayer. Besos.

    ResponderEliminar