Terminado el trabajo de revestimiento del suelo. Ahora sólo queda hacer los trabajos finos, los bordes, las esquinas, etc. Con este revestimiento la habitación se ves más grande y clara. Bueno todo ha sido renovado, el techo (por dentro, no el tejado) y las paredes también.
En cuanto a nosotros: ha sido una semana dura, todos los huesos duelen, la columna, las rodillas, la espalda. La edad ya no soporta estas jornadas sin costumbres. Romy y la suegra están culecas arreglando, limpiando, organizando. Y por qué no decirlo, ya me están presionado para que yo le dé el acabado al piso. Estos alemanes no dan tregua.
Mientras tanto afuera está llegando el otoño y creo que estos son los últimos rayos de sol de este año, no sé. Me duele ver entonces que me he pasado esta semana dentro de casa trabajando, mientras afuera hacía el mejor tiempo. Pero por otro lado me gusta ver a Romy feliz con su sala-comedor renovada, un plan de ella del año pasado.

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