De alguna manera u otra, pero todos vivimos enamorados de alguien o de algo. En la mayoría de los países se celebra ese día como el Día de San Valentín. Aquí en Alemania es así, es el día del santo del amor. Pues bien, aquí va mi saludo amoroso a todos los enamorados de sus mujeres, sus novias, sus animales domésticos, sus computadoras, etc. Lo importante es saber que lo que sostiene este mundo es el amor. Sin el mismo no habría razón de ser. Después de caer en la trampa de la naturaleza – somos seducidos por el sexo opuesto y procreamos hijos – asegurando así la supervivencia de la raza humana, que hubiese sido entonces de nosotros sin el amor.
Nada, no te aflijas por lo que dije de la trampa natural, después de todo es dulce muchas veces. Sobre todo al principio. Todo no es más que una cuestión de capacidad y de destino. Llevamos en nosotros la capacidad de amar, pero solamente puede ser despertada por un tercero. Si has tenido suerte y ya tienes tu otra mitad, no olvides hacer de cada día un San Valentín.
Para los recalcitrantes o fundamentalistas, tengo este consejo: Empieza por amarte y lo demás vendrá automáticamente. Si no logras aceptarte a ti mismo, entonces te queda solamente un camino, la iglesia. Qué Dios se compadezca de ti y de los que no te fomentaron el amor en tu corazón (San Raúl, 3-3-2).
Pastor de la Brigada Voluntaria de Protestantes, José Raúl.
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