Ya sé, me había perdido, y en verdad no tengo justificación alguna. Creo que no le escribí a nadie. Hubo algunos que me escribieron preocupados por mi silencio y hasta me pareció bien hacer lo mismo que se hace muchas veces con mis mensajes, leerlos, tenerlos en cuenta y dejarlos allí, en el buzón del correo. Quizás, pensé, encontraría tiempo en algún momento, algo de inspiración, y contestaría más adelante. Después se fueron acumulando los mensajes y fueron tantos que se me olvidaron. Creo que así le pasa a la mayoría. Aunque no sé, no estoy muy seguro, es una suposición.
A veces me pasaba que me enojaba cuando no veía reacción hacía mis publicaciones, volvía a la carga, con muchas esperanzas, y nada. Creo que eso fue conformando en parte mi ulterior posición de pasividad e indiferencia. Resumiendo, me adapté.
Ahora recibo de vez en cuando mensajes en donde se me pregunta si me pasa algo, el por qué no escribo, etc. Algunos olvidan que yo también leo y me intereso mucho por las cosas vividas de los demás. Compartir la vida es un intercambio en ambas direcciones y no en una sola, como había sido hasta ahora. Comprendí entonces que escribir me hacía bien y que podía seguir haciéndolo en mi diario. Nadie como uno mismo para compartir y comprenderse las vivencias y las subjetividades. En cada uno de nosotros viven dos seres, el uno hacia afuera y el otro hacia adentro. Cuando esos seres empiezan a conversar no tienen para cuando parar. Así me pasa a mí; digo a nosotros. Lo más interesante del caso, los dos se soportan muy bien. Y cuando uno miente, el otro se da cuenta y hace como si no lo supiera, y viceversa. Es lo más cómico que he visto en mi vida; digo, en nuestras vidas.
Y ya ven, el tiempo pasa y los seres humanos vamos cambiando. Nos damos cuenta que ya no somos los mismos de antes y que los años y las cosas vividas nos han cambiado mucho. A veces no lo notamos, pero es cierto. Unas veces los cambios son normales, otras veces positivos y lamentablemente otras negativos. Quienes están a nuestro lado notan a veces esos cambios y también pueden que lo sufran o lo disfruten, en dependencia.
En cuanto a mis cambios, creo que no son muchos y yo los veo positivo. Todas las edades me han gustado, pues todas tienen su encanto. No comprendo a veces el miedo de llegar a los 50 años. No lo comprendí tampoco yo mismo. Ahora que los vivo, puedo decir que es una edad maravillosa. Comienzo a comprender muchas cosas y todavía me queda algo de fuerza para emprender otras. El caso es que siempre tengo algún objetivo y la curiosidad por las personas y muchas cosas se mantiene. Sé también que tengo mis defectos, pero trato de compararme con nadie, siempre intentando ser yo. Es difícil y la vida es toda comparación, marcos de referencia, aprobaciones de los demás, etc. Nada nuevo.
Últimamente me dedico a las excursiones por el bosque. Contando desde el momento que salgo de casa hasta que regreso, muchas veces son 4, 5 y hasta 6 horas. Algunas veces, las más, me voy en coche hasta una zona apartada, donde sé que el bosque es tupido y los senderos no muy transitados, y allí se me va el tiempo, subiendo lomas, disfrutando los precipicios, las cascadas, las construcciones romanas a lo largo del Limes, algunos muy pocos animales que quedan en el bosque, etc.
Y como una vez me perdí y llegué tarde a casa; pues desde entonces me compré un navegador Garmin con GPS, brújula, mapa topográfico de Alemania y toda la tecnología que tienen esos aparaticos y ahora sí que se me desbocó la curiosidad y me ha dado por adentrarme mucho más en el bosque, pues ahora siempre sé dónde estoy, hacia donde voy y como regreso. Puedo memorizar los recorridos, verlos en el software del mapa topográfico, planear nuevas rutas, en la laptop y en el aparatico. No sólo es divertido, sino que a partir de entonces se le abren a uno muchos horizontes y desde entonces no puedo dejar las excursiones. Como mínimo me voy tres veces por semanas de excursión y otros dos días hago ejercicios con pesas. Hoy mismo por la mañana me levanté a las 5 y media de la madrugada para irme de excursión, pues a las 12 del día empiezo a trabajar, como todos los martes. Afuera había mucha oscuridad y tuve que esperar hasta el amanecer, casi a las siete. Siento mucho que tenga tan poco tiempo para las excursiones y Romy peleándome porque hasta la he descuidado, los trabajos en casa, etc.
Encima de eso los suegros operados. Uno de la cadera y el otro de la rodilla. Después de dos semanas en el hospital, ayer mismo les trasladaron para una clínica de rehabilitación, creo que tres semanas. Oliver está para Málaga y está muy enamorado. Tiene una chica alemana, muy bonita, simpática, inteligente, esa muchachita tiene de todo. Y los dos tienen una enamoramiento que todos nos miramos atónitos y David hasta creo que con un poco de recelos. Si Oliver ha aprendido y estudiado para su edad, así la muchachita también. Nosotros estamos muy contentos. David sigue de camarero en un restaurante muy frecuentado de Coblenza y a casa viene solamente a dormir. Pronto se muda para Coblenza, pues ya no tiene licencia de conducción, desde el último accidente.
Entonces ya saben, perdónenme por tanta pereza pero yo también soy víctima del tiempo. Ese que tanto criticaba y que veía la salvación en las prioridades. Estas últimas también pueden ser egoístas. Espero que al final no me quede solo.
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