“Me llegó un E-Mail de la nieta en la USA. Tengo que responderle hoy de todas maneras”. Algo así oigo de ven en cuando en mi trabajo, en la residencia para la tercera edad. Pienso que esto no es en modo alguno algo excepcional. Cada día más personas pasadas de los 60 años utilizan la Internet. Hasta ya se dice por ahí también que hay octogenarios que entran sin ningún miedo y como buenos marinos virtuales a los mares de la internet. En estos momentos estoy pensando en mi tío Gilberto, en las postrimerías de los 80tas. y dándole duro a su laptop.
También se dice que las personas que quieren seguir activas en las edades avanzadas no pueden esquivar las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. La internet ofrece información múltiple, nuevas posibilidades de contacto y hasta apoyo para desenvolverse en la cotidianidad. Sobre todo cuando la propia movilidad se ve limitada por muchas razones.
Las ventanas al mundo
La internet nos ayuda a abrir nuevas ventanas al mundo, otra alternativa buena para mantener la independencia y la libertad. A través de los servicios de correo electrónico, los portales de la tercera edad, redes sociales, Chats y Weblogs podemos mantenernos en comunicación con nuestros familiares desperdigados por el mundo, podemos discutir con interesados en foros, intercambiar pensamientos y experiencias, encontrar amistades perdidas de vista o establecer nuevas, buscar informaciones valiosas y hasta la pareja ideal es posible, entre otras muchas oportunidades.
La internet es es mucho más que es gran mercado anónimo. La internet lo retiene todo. Por eso todos deberíamos poner cuidado con las cosas presentamos allí, como lo hacemos también en la vida real.
No olvidar tampoco la propia vida
El peligro de que la internet nos haga más solitarios puede ser verdad. El mundo fascinante de los colores y la diversidad en la Web nos puede crear la ilusión de una comunidad auténtica especial, la cual en el mundo real no es posible o quizás en parte y de modo limitado. Si entonces es eso lo único que nos queda, lo único que tenemos en relaciones sociales, entonces sí que estamos perdidos. Pero bueno, hay muchas personas que viven el año entero retirados en su piso y no cuidan las relaciones personales. La internet es solamente una red virtual y no es verdaderamente la sustitución de una relación personal. La verdadera vida se encuentra allá afuera, al pasar el umbral de nuestras puertas.
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