Viaje a Taxco

Primo, como ves, Leandro me ayudó a poner el album, pero el espacio que me daba para escribir era muy chico y no cabía tanta inspiración, me tienes que seguir enseñando de estas Tecnologías. Ayer en la noche nos llamaron los hermanos de la Misión y nos dijeron que no fuéramos hoy, sino para la semana próxima, así que después de orar, mi primer espacio de tiempo es para RF. Aquí les va...

   En un lugar de México de cuyo nombre Sí quiero acordarme, vivía un hidalgo con su moza y 2 hijos. Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los 50 años, era de complexión recia, llenito de carne y gran madrugador.
Es pues de saber, que este sobredicho hidalgo, los ratos que estaba ocioso(que eran los menos del año) no se daba a leer libros de caballería, sino todo lo contrario, con mucha aficción y gusto se ponía a jugar ajedrez.
Pero una mañana ociosa, preparó a Rocinante, digo, a un Megam negro porque  le pareció convenible y necesario, hacerse caballero andante e irse a la ciudad de Taxco de Alarcón en busca de aventuras, y con su esposa Dulcinea y su hijo Leandro, (Leony no se encontraba en el DF) emprendió el viaje, enfrentando todo género de agravio y poniéndose en ocasiones en peligro al subir las montañas con unas curvas sumamente peligrosas y estrechas, pero que eran los riesgos que enfrentaban los caballeros.
  Imagínense al pobre, con tantos desafíos, pero decía que Leandro era muy mozo para tomar el timón con tales peligros, ya que la ciudad de Taxco está enclavada en las faldas del cerro del Atachí y custodiada por grandes montañas. El viaje duró aproximadamente 2 horas, al fin llegamos al lugar esperado, un lugar sumamente pintoresco, cuya singular fisonomía sorprende, es además el Centro minero más antiguo del continente, conocido por sus Minas de Plata, de allí que pudimos recorrer muchísimos Tianguis que vendían prendas de Plata, no cabe duda que Taxco brilla como la misma plata, su belleza arquitectónica y semblante colonial, hacen un sitio inolvidable; sólo lamentábamos las calles cuando eran subidas, llegábamos muertos y enseguida buscábamos dónde sentarnos. (Ya verán una foto, no estoy orando, estoy recuperando aliento).
   No pudimos visitar todo lo que queríamos: Las Grutas de Cacahuamilpa, con más de 90 salones naturales, ni una zona arqueológica, donde se encuentran los restos del último emperador azteca(Cuahutemoc), etc, pues este fiel hidalgo es muy precavido y no quería que le cogiera la noche en las curvas, pero nos prometió una 2 visita, cuando vinieran los viejucos, así que nos fuimos contentos por la belleza arquitectónica que disfrutamos, la cual con quistó nuestros corazones para una 2 visita.